-Déjalo…Nunca lo entenderás.
-¿Que lo deje? ¿Que deje que tú, mi tú, esté mal, por culpa de algo, o alguien, que no conozco, que apenas tengo claro si es bueno o malo?¿que deje estar que llores cada noche, que me llames y las llamadas duren cincuenta minutos de sollozos, ni una sola palabra en toda la llamada? No me lo dirás en serio…
-Pues claro que lo digo en serio. No lo entenderías.
-Vale, ahora déjalo tú. Puede que no lo entienda, pero voy a intentarlo, no dejaré que estés…así. Nunca. Que eres mi mejor amiga, no voy a dejar que lo pases mal por nada en el mundo. Eres como mi hermanita pequeña, nunca dejaré que te pase nada malo.
-Ese es el problema.
-¿Cómo?
-Ves? No lo entiendes.
-Explícate y me esforzaré, lo prometo.
-No quiero ser tu hermana pequeña.
-¿Por qué?
-Porque estoy locamente enamorada de ti desde hace mucho, muchísimo tiempo.
-¿Qué me estás diciendo?
-Jaja, nada. Casi te lo crees, eh?
-Uff, casi me da algo, porque por un momento he pensado que podríamos ser felices juntos, ya que me encantas.